He tenido muchas reuniones con personas del Sobrarbe y también de La Fueva. Algunos habrían querido encabezar o simplemente ir en la lista del Partido Aragonés de La Fueva. Pero a veces hay gente que parecen anclados en el siglo pasado y que de hecho parecen controlar un territorio como propio y otros que ciertamente tienen miedo o precaución ante lo que pueda pasar.
El presentarse personas que no viven en el pueblo no significa nada, como ayer le decía a una periodista. También hay gente que ha nacido en un pueblo y se presenta en la lista sin vivir en él. ¿Qué es peor, presentarse por un lugar que frecuentas quincenalmente, sin ser de allí, pero con un compromiso con la gente, o haber nacido en un sitio y presentarte como candidato, pero sin conocer los problemas de sus habitantes y además no ir por allí? Creo, que claramente la segunda opción, que no es la mía.
Las listas fantasmas son otra cosa. Pero incluso éstas en nuestra democracia han servido. ¿Cuantos aragoneses no nos hemos presentado en comunidades vecinas durante los años peores? La democracia de un solo partido no existe y el bipartidismo, en España, tampoco. O no debiera.