Es el título del artículo de Carmen Posadas en el semanal de hoy. Me ha gustado, por lo certero, y lo recomiendo:
«Yo soy de los que piensan que es una verdadera pena que, después de que España hiciera una transición modélica en la que todos fueron capaces de dejar a un lado sus reproches, después de treinta y tantos años de gran cambio social en el que este país se ha transformado en uno de los más modernos del mundo, después de todo esto, y aun antes de que la crisis asomara su negra patita, lo cierto es que ya planeaba sobre nuestras cabezas la alargada sombra de las dos Españas irreconciliables. No es mi costumbre hablar de política. Tampoco ahora voy a hacerlo porque, como le pasa a mucha gente, también yo estoy desencantada de las derechas y de las izquierdas. De lo que sí quiero hablar, sin embargo, es de uno de los efectos colaterales de la polarización que se está produciendo en los medios de comunicación de una u otra tendencia por la que los comentaristas de derechas son cada vez más de derechas y los de izquierdas, cada vez más de su onda, sin matices de ningún tipo. ,…   SIGUE  Bookmark and Share

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