Nos deja una gran romanista y una gran persona
Ayer, día 8 de febrero, falleció José Luis Aramendía. Era Socio de Honor y miembro de la Junta Directiva de la Asociación que presido de los Amigos del Castillo de Loarre.

En esta foto de la izquierda José Luis aparece rodeado de amigos romanistas, y como siempre observando el arte.

Nació hace 77 años en Zaragoza, y se licenció en Ciencias Químicas. Como escribe nuestro amigo Antonio García Omedes era un «amante de los Pirineos, se dedica a recorrerlos por pistas, caminos y senderos, como medio de evasión del trabajo diario con matraces y reactivos, cuando todavía eran unas montañas libres, sin barreras ni prohibiciones, ni escaleras empotradas en la roca para subir extraplomos, ni barandillas para evitar las caídas, ni cuerdas fijas ni teléfonos portátiles, ni trajes de neopreno para descender los cañones del Añisclo de aguas heladas que entonces era posible, ni «ochos» para rapelar, ni en fin, la colección de artilugios para poder practicar deportes de riesgo sin riesgo.

Fruto de estas caminatas y el interés que siempre sintió por un periodo tan decisivo e importante en la historia de Occidente como fue la reforma gregoriana, y la extensión del mundo románico, es la catalogación de cuantas ermitas, iglesias o fortalezas se levantaron a lo largo y ancho del reino de Aragón en los comienzos del siglo XI y XII, recopilando trabajos históricos llevados a cabo por anteriores investigadores, y acompañando los textos con gran número de fotografías que facilitan enormemente la descripción de su arquitectura.

Para hacer partícipes a los demás de los maravillosos momentos vividos en el transcurso de sus correrías, ha escrito la más extensa y documentada obra sobre el Arte Románico en Aragón a lo largo de seis libros que distribuidos por cuencas fluviales facilitarán la labor de los que quieran comprender la historia de Aragón, y servirán de guía a quienes busquen alguna aventura, que aunque parezca imposible, todavía se puede encontrar».

La imagen que encabeza esta semblanza, la tomó Antonio cuando José Luis fotografiaba las arquivoltas de la inigualable portada sur de Santa María la Mayor, en Uncastillo un lunes de finales de Septiembre de 2002. Para Antonio es la imagen más fidedigna del ingente trabajo que desarrolló.

Descanse en Paz.

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